MEDIO AMBIENTE Y DERECHO

LUCHA, tu deber es luchar por el Derecho; pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia ("Los mandamientos del Abogado" E. Couture

sábado, abril 15, 2006

Animales Ambientales

Les llaman "animales ambientales", porque son jóvenes, enérgicos y abogados todoterreno. Su especialidad es el derecho medioambiental y conforman un grupo exclusivo, donde todos se conocen y al que no es tan fácil entrar.
En general provienen del mundo público: allí ejercieron cargos principalmente en la Conama, donde acumularon el expertise necesario para luego seguir caminos independientes en el sector privado. Autodidactas, la práctica les ha entregado una experiencia única, la que hoy el mercado valora enormemente. Tanto, que junto con los abogados tributaristas y los penalistas top, estos expertos en legislación medioambiental son los mejores pagados de la plaza, llegando a cobrar hasta 10 UF la hora.
El nuevo escenario económico, donde las variables medioambientales están presentes en todas las etapas -evaluación, ejecución y desarrollo- de los proyectos, los ha hecho altamente necesarios en el mundo corporativo. Así, al menos, lo han entendido los distintos estudios jurídicos del país, los que han llamado a los miembros de este selecto "club" para crear o reforzar sus unidades en materias medioambientales.
Algunos pares más críticos sostienen que estos abogados no están en la contingencia de las decisiones importantes y que no representan un punto crítico dentro de las oficinas legales. Sin embargo, la mayoría coincide en que son profesionales técnicos y necesarios, sobre todo en los estudios grandes y de organizaciones complejas.
Si bien el factor común de este grupo es su conocimiento profundo y técnico del derecho medioambiental, sus integrantes presentan especializaciones distintas. Así, existen quienes se dedican al litigio ambiental y otros a la relación del medio y la ciudad. Los hay más intelectuales y quienes están en el camino de la asesoría en proyectos de carácter minero, industrial o forestal, entre otras áreas relacionadas con esta materia.
Esta es la historia de cinco destacados abogados ambientalistas que eligieron desempeñarse desde la perspectiva de la asesoria empresarial, sumergiéndose en un terreno que hasta hace poco estaba reservado exclusivamente para las ONG "verdes" y el aparato público.
El hombre del CEP y los Luksic
Nombre: Gabriel Del Fávero / Edad: 53 años / Estudio: Jara Del Fávero
En el año 1983 el abogado del estudio Jara y Del Fávero, Gabriel Del Fávero, recibió la solicitud de un cliente para que lo defendiera en un caso que, a primera vista, parecía otra demanda más sobre indemnización por perjuicios. La demanda en cuestión consistía en que un agricultor acusaba a tres empresas por los daños a sus cultivos que habrían producido las emisiones gaseosas de estas industrias. A poco andar, y mientras estudiaba el tema, Del Fávero comprendió que el caso tenía vinculaciones medioambientales y se percató de las deficiencias legales que a la fecha existían para abordar un proceso semejante: la legislación chilena ni siquiera definía legalmente qué era contaminación.
El juicio duró seis años y finalizó con una transacción de por medio. En el intertanto, Del Fávero fue ahondando cada vez más en el tema de legislación ambiental, tanto que en 1989 desde el CEP le pidieron que encabezara junto a Ricardo Kats una nueva Comisión de Medio Ambiente. "La idea del think tank era a través de esta instancia analizar el programa del área que el gobierno de Patricio Aylwin -pronto a asumir- ya había anunciado", reacuerda Del Fávero.
Se transformó así en un asesor clave de la Confederación de la Producción y el Comercio en la discusión con el gobierno sobre el proyecto de ley que se enviaría al Parlamento y después durante su tramitación legislativa, donde hizo aportes técnicos y legales pertinentes para lograr, desde la perspectiva liberal del CEP, una normativa lo más objetiva posible. Hoy permanece como miembro del Consejo Consultivo de la Conama en representación del CEP. "Ahí opinamos sobre las nuevas regulaciones ambientales y sobre planes de descontaminación y calidad ambiental, entre otros temas".
Pero la competencia en temas medioambientales de Del Fávero no se restringe sólo a su aporte intelectual. También, a través de su ejercicio profesional, este abogado que se autodefine como "corporativista con expertise en medio ambiente", ha destacado por importantes asesorías en temas de evaluación de impacto ambiental a proyectos industriales y forestales. Pero, sin dudas, donde su nombre suena con más fuerza es en el sector minero, donde aconseja profesionalmente hace ya varios años al grupo Luksic en todo lo relativo a minería y medio ambiente.
Para este experto en política ambiental el tema de la nueva institucionalidad que el gobierno de Michelle Bachelet está propiciando en esta área no pasa tanto por la creación o no de un ministerio, sino más bien por un reordenamiento y definición de competencias de lo que ya existe: "Se necesita una modernización del Estado en el tema de la entrega de los permisos administrativos y la fiscalización del cumplimiento de los compromisos ambientales de los distintos proyectos. Si yo tengo definido quién otorga los permisos y a quién, es muy fácil determinar quién, cuándo y cómo debe fiscalizar", plantea Del Fávero como tema central a tomar en cuenta por la nueva administración.

El urbanista
Nombre: Gonzalo Cubillos / Edad: 40 años / Estudio: Barros y Errázuriz
La relación entre medio ambiente y urbanismo es el tema que apasiona al abogado Gonzalo Cubillos, socio del estudio Barros y Errázuriz. "Esta oficina tiene una larga tradición en la asesoría de proyectos inmobiliarios, por eso cuando irrumpe el tema ambiental, cosa que sucede casi simultáneamente con mi llegada al estudio en 1996, se produce un escenario ideal para ver los temas urbanos y ambientales de manera conjunta", explica este abogado que se desempeñó por un año como subdirector de la Conama durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Así, Cubillos ha liderado los grupos de trabajo en el sector inmobiliario, los que incluyen temas ambientales como evacuación de aguas lluvias, áreas verdes, localización e impacto vial. Cubillos cree que si la gran mayoría de la gente vive en la ciudad y ése es su medio ambiente, es importante buscar las fórmulas para poder hacer que la ciudad sea más amistosa para sus habitantes. Asimismo, desde su cargo como encargado de medio ambiente y sectores regulados de Barros y Errázuriz ha debido asesorar a empresas eléctricas -en especial a Colbún- en los procesos de evaluación de impacto ambiental de sus distintas centrales, proyectos que muchas veces han contado con gran oposición de la comunidad, pero que han logrado llegar a buen término. "El tema está en que si nuestros clientes cumplen con la legislación y en especial la normativa ambiental, no se nos puede pedir más de lo que la ley exige, ésa es la base de toda defensa", afirma Cubillos.
Con relación a los desafíos en materia ambiental, uno muy relevante según este profesor de Derecho Ambiental en el Magíster de Derecho de la Universidad de Chile, es la consolidación del criterio de que a los proyectos se les debe exigir que se hagan cargo de todas las externalidades negativas, a través de imponer condiciones para su ejecución. "Soy contrario al ordenamiento territorial en áreas rurales, donde se permiten algunas actividades y otras no; ello supone un prejuicio de que ciertas actividades industriales son compatibles con un territorio y otras no. La compatibilidad ambiental depende de cada caso, de cada actividad y de cada terreno, todo lo cual debe evaluarse individualmente", remata.

El litigante
Nombre: Mario Galindo / Edad: 43 años / Estudio: Cariola, Diez y Pérez Cotapos
El nombre del abogado Mario Galindo -miembro del estudio Cariola y Pérez Cotapos desde hace seis meses- no pasa desapercibido en tribunales. En los 10 años que trabajó en Conama se dedicó principalmente al tema de la litigación ambiental. Representó a esta entidad en los temas ambientales probablemente más relevantes de la última década: Trillium, Cascada Chile, Celulosa Valdivia, Celulosa Itata y Costanera Norte, sólo por nombrar los casos más conocidos.
De todos estos litigios, el más emblemático y relevante a su juicio fue el de Celulosa Itata (2000), sobre todo por la jurisprudencia que sentó. Se trató de un proyecto evaluado en la VIII Región para instalar una planta de celulosa en el valle de Itata, el cual fue rechazado por la Corema regional básicamente por un tema de localización ya que afectaría una zona favorable a la producción de vinos premium. Sin embargo, el proyecto fue aprobado en la Conama en Santiago.
Este fallo se impugnó a través de un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Santiago y en primera instancia fue acogido. El fallo contradijo la opinión de la Conama dada en la resolución ambiental y la rebatió en casi todos sus puntos, opinando incluso en aspectos técnicos de ésta. Ante este escenario, Galindo apeló en la Corte Suprema y ésta revocó el fallo. "En grandes líneas la sentencia estableció que la corte en conocimiento de este tipo de recursos no puede hacer la calificación técnica ni puede pronunciarse sobre las bondades o conocimientos técnicos bajo los cuales puede ejecutarse un proyecto. Así nació una nueva doctrina que, en general, se mantiene hasta hoy y le ha permitido a la Conama ganar casi todos los recursos de protección", afirma Galindo.
Hace un año, y tras una década de trabajo en el sector público, Galindo dejó la Conama y se privatizó. Primero se fue a la consultora medioambiental Arcadis Geotécnica y desde ahí emigró al estudio Cariola y Pérez Cotapos para reforzar el Departamento de Derecho Ambiental, donde trabajan otros cuatro abogados más dedicados exclusivamente a este tema. Ahí nuevamente se está especializando en los litigios medioambientales, pero también ve procesos de due diligence y auditorías, siempre asociadas al medio ambiente en sectores económicos como la minería y la industria, asesorando todas las etapas de los procesos productivos. "En definitiva no queremos dejar pasar ningún tema del área medioambiental que pueda ser de interés de los clientes históricos de la oficina, así como de otros nuevos que puedan llegar", concluye.

Abogado de nicho
Nombre: Javier Vergara / Edad: 41 años / Estudio: Vergara y Abogados
Del club de abogados ambientalistas aquí nombrados, Javier Vergara es el único que tiene una oficina propia dedicada en exclusiva a temas del derecho ambiental. "Desde 1991 me dedico sólo a medio ambiente, tanto en el aparato público donde estuve hasta 1998, como en el sector privado. Ese es quizás mi principal handicap, porque estoy muy metido en el tema, en la discusión y estoy al tanto de todo lo que está pasando en este ámbito", afirma Vergara, quien desde marzo funciona en su propia oficina -Vergara y Abogados- con otros dos jóvenes abogados más. Antes estuvo casi ocho años en el estudio Urrutia y Cia., también viendo temas relacionados al medio ambiente, como el proyecto Pascua Lama.
Vergara viene del mundo público. En 1991 llegó a la Comisión de Descontaminación de Santiago, pasó después a la Dirección Regional de la Conama, como su director, para terminar su paso por el gobierno en la Fiscalía de la coordinadora ambiental. De ahí la gran red de contactos que posee en esta área. "Hice varias relaciones con el sector público, con personas que hoy son fiscales o asesores jurídicos de las instituciones gubernamentales que ven estas materias y, por lo tanto, cuando tengo que ver algún recurso, existen buenas relaciones con estos equipos legales", explica. Sin embargo, aclara que su trabajo no es hacer lobby y que las relaciones en este tipo de instancias deben ser entre las autoridades y las empresas. "Yo asesoro a mis clentes en este sentido, porque a la larga para que un proyecto sea aprobado dependerá de si la empresa es o no confiable. Ahora, uno también puede apagar incendios", agrega.
Por estos días, Vergara dedica bastante tiempo a la asesoría de empresas cementeras y en todos los temas relacionados con residuos. Además, entrega consejos a algunas mineras en temas puntuales. Incluso, ha visto juicios por contaminación acústica en la construcción, donde debió defender a una constructora demandada por los vecinos del barrio El Golf por el ruido que producían sus labores.
"Soy generalista dentro de mi especialidad", asegura Vergara, quien cree que el debate medioambiental en los próximos años debiera centrarse en la limpieza del suelo, las mejoras en la ley de residuos y la modernización de los instrumentos de gestión ambiental de calidad del aire.

El técnico
Nombre: Sergio Vives / Edad: 38 años / Estudio: Urquidi, Riesco y Cia
Sergio Vives -socio del estudio Riesco y Urquide- trabajó seis años en la Cancillería, donde le tocó representar a Chile en una serie de convenciones ambientales internacionales, como la Convención de Cambio Climático (Kyoto), la agenda química en el Convenio de Estocolmo y el Protocolo de Montreal sobre la capa de Ozono. Sin embargo, Vives se hizo conocido en la plaza a partir del año 2000 cuando se privatizó y se abocó a un nicho del derecho ambiental hasta entonces bastante desconocido: la transacción de bonos de emisión.
Sus asesorías más emblemáticas son Agrosuper, Metrogas, La Higuera y el Vertedero de Lepanto. De hecho, Agrosuper representa el proyecto de este tipo más grande de Chile y uno de los de mayor envergadura en el mundo -el negocio se estima en US$ 30 millones-.
"Agrosuper fue un proyecto pionero y de un volumen que pocos proyectos a nivel mundial tienen. Ellos invirtieron fuertemente en tecnología ambiental que iba mucho más allá de lo que les exige la legislación chilena e internacional. De esta manera disminuyó notablemente sus emisiones y esta reducción la compraron otras compañías. Este dinero financió gran parte del proyecto", explica Vives, el gran artífice de la transacción.
A finales de 2004, CO2E, broker líder en la transacción de bonos de gases efecto invernadero y de reducciones de emisiones certificadas y con el cual Vives trabajaba hace algunos años estrechamente, lo llamó para que se hiciera cargo de la representación de la empresa en toda Latinoamérica. Desde entonces, Vives ha expandido su campo de acción a otros países del continente y hoy tiene entre sus clientes a Petrogas en Brasil, algunos proyectos de relleno sanitario en Argentina y Brasil y a Atacocha, la cuarta empresa minera más grande de Perú.